USB Type-C, posiblemente el conector del futuro
Martes 14 de Julio 2015
A día de hoy seguro que la mayoría de dispositivos que utilizamos en nuestra vida cotidiana
llevan integrados un conector USB. La aparición de estos conectores revolucionó el mundo de las nuevas tecnologías de tal manera que a día de hoy es difícil encontrar un dispositivo que no lleve una ranura para conexión USB.
El “USB” (“Universal Serial Bus”, en castellano, “Bus Universal en Serie”) es un estándar de conexión usado para conectar, comunicar o suministrar energía a multitud de dispositivos que lo soporten. Su objetivo principal es estandarizar las conexiones, y a día de hoy, se puede decir que lo ha conseguido. Desde su nacimiento hasta ahora ha sufrido muchos cambios, pero la llegada de la nueva versión “Type-C” promete ser un antes y un después en este tipo de conectores.
Fundamentalmente notaremos un cambio estético. Los nuevos conectores “Type-C” son muy pequeños, sobre todo si los comparamos con los actuales. Se ha buscado reducir su tamaño, algo que se intentó con la aparición de variantes como el USB Mini y el USB Micro, pero aún así el “Type-C” es más pequeño.
Pero uno de los cambios que más va a alegrar al usuario es que es reversible. ¿Qué queremos decir con esto? Pues básicamente que podemos usar el conector por ambas caras. Seguro que muchas veces hemos ido a conectar una memoria USB al PC y hemos visto que no encajaba porque lo estábamos conectando al revés. Con el USB Type-C se acabó este problema, ya que se podrá conectar indistintamente en ambos sentidos.
Otra de sus virtudes es que soporta varios estándares de conexión, como USB 2.0, 3.0 y el futuro 3.1. Al hablar de esto conviene aclarar algo: el USB Type-C no es lo mismo que el USB 3.1. El “Type-C” no es más que un conector (es decir, “la clavija”) mientras que el USB 3.1 es un estándar de transmisión de datos que está en desarrollo y permitirá velocidades de transmisión de hasta 10 Gbits por segundo.
Con estas características, el USB Type-C servirá para sustituir todos los conectores USB existentes unificándolos en uno solo. Por ejemplo, los cables USB tendrán en ambos extremos el mismo tipo de conector, evitando así que tengamos una colección de cables en casa que sean propios de cada dispositivo (uno del Smartphone, otro de la cámara de fotos digital, el de la tablet…). Con el USB Type-C, con uno sólo bastará.
Sumémosle a todo esto que también transmitirá energía, lo que permitirá por ejemplo, que conectando un Smartphone a un ordenador su batería se cargue.
Con todas estas características, la pinta que tiene no puede ser mejor. De momento hay pocos dispositivos a la venta que lo lleven integrado (el último MacBook de Apple sí lo lleva), pero es cuestión de tiempo que comencemos a ver los conectores “Type-C” en todos los gadgets tecnológicos del mercado.
Imagen: Intel Free Press