El recorrido de tu tarjeta cuando compras en Internet
Lunes 4 de Junio 2018
Internet está formado por conjuntos de ordenadores conectados entre si mediante cables o conexión inalámbrica
, cada uno de estos ordenadores son identificados por una serie numérica (dirección IP) o hexadecimal (dirección MAC, única para cada dispositivo de red).
Existe una ‘agenda’ que corresponde a nombres con números, denominada servicio DNS, este nos permite escribir en la barra de direcciones www.fundaciondedalo.org en vez de 176.31.139.164, el primer servicio que consulta nuestro ordenador al escribir un nombre en la barra de direcciones es el servicio DNS.
Antes de salir de nuestra máquina la información se divide en pequeños segmentos, saltando de máquina en máquina hasta alcanzar el destino, cada máquina consulta la dirección ip de destino del segmento y lo dirige a alguna de las máquinas con las que tenga conexión.
Durante el camino hacia el destino es probable que alguno de nuestros segmentos se pierda. Puede ocurrir cuando se pierde la conectividad a Internet, cuando un router se colapsa por la llegada de varios segmentos en un corto espacio de tiempo… etc.
El camino que siguen los segmentos desde nuestra máquina al destino en pocos minutos puede cambiar . Existen protocolos en Internet que se encargan de recalcular los caminos más óptimos evitando conexiones y routers defectuosos consiguiendo que la comunicación entre máquinas no se interrumpa y sea lo más rápida y optimizada posible.
Cuando compramos por Internet, la información de la tarjeta pasa por un largo camino de cables y máquinas. Una persona con acceso a esos cables o máquinas podría obtener la información que pasa con nuestros datos.
Para evitar esto, lo mejor es cifrar los datos. Los navegadores actualizados de Internet nos lo indican con un candado verde en su barra de direcciones (que deben ser ‘https’), si una web no lo tiene, es mejor no poner nada sensible, como el número de la tarjeta, datos bancarios, datos personales… Navegar con los datos cifrados significa que, aunque cualquier persona con malas intenciones pueda acceder a nuestra información, no le resultaría entendible y sería mucho más complicado que nos pudieran sustraer datos importantes.
Fuente: https://elpais.com/